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La disclosure precisa de defectos en una propiedad es una parte crucial de cualquier transacción inmobiliaria. Los vendedores están legalmente obligados a divulgar cualquier defecto material que conozcan. Sin embargo, la situación se vuelve complicada cuando un vendedor no está al tanto de un defecto oculto. Veamos un caso de estudio.
1. La Pregunta sobre Defectos de Fontanería
Imaginemos que un vendedor es interrogado sobre la existencia de defectos conocidos en la fontanería de su propiedad. En respuesta, la vendedora declara que, según su leal saber y entender, no hay defectos de fontanería. Sin embargo, lo que ella desconoce es que las tuberías están corroídas y requieren reemplazo.
2. ¿Incumplimiento de las Obligaciones de Revelación?
En esta situación, la pregunta clave es si el vendedor está incumpliendo sus responsabilidades de revelación. La respuesta es NO. Dado que la vendedora no tiene conocimiento del problema de fontanería, no puede ser considerada responsable por no divulgar el defecto material.
3. Responsabilidad Postventa
Es importante destacar que, una vez que se completa la venta, cualquier problema que surja no es responsabilidad del vendedor y no constituye una base legal para que el comprador presente una demanda. Sin embargo, determinar exactamente cuándo comenzó un problema y cuándo el vendedor lo “supo” no siempre es claro.
En este caso particular, la vendedora no tenía conocimiento del problema de fontanería, lo que significa que no es responsable por no divulgar el defecto material. La ley de bienes raíces tiende a favorecer la revelación completa y precisa, pero también tiene en cuenta la falta de conocimiento genuino por parte del vendedor.
En resumen, en transacciones inmobiliarias, la revelación precisa es esencial, pero la falta de conocimiento genuino de un defecto por parte del vendedor puede eximirlo de responsabilidad por no divulgar dicho defecto.