Tabla de contenidos
Como agentes de bienes raíces, nuestra responsabilidad fiduciaria (fiduciary obligations) hacia nuestros clientes es un principio fundamental que guía nuestras acciones. Un aspecto crítico de esta responsabilidad es la forma en que manejamos las discusiones de precios con los compradores, como lo ilustra el siguiente caso.
El Agente de Bienes Raíces y la Compradora
En este escenario, Joana, la agente de bienes raíces, se encuentra en la etapa de obtener ofertas de compra de una compradora. El vendedor, por supuesto, tiene ciertas expectativas en cuanto al precio mínimo que estaría dispuesto a aceptar por su propiedad. Sin embargo, la responsabilidad de Joana como agente de bienes raíces es clara: debe actuar en el mejor interés de su cliente, ya sea el comprador o el vendedor.
La Delicadeza de las Discusiones de Precios
Las discusiones de precios son particularmente delicadas en el campo de bienes raíces. Ya sea que el cliente sea un comprador o un vendedor, la lealtad de Joana como agente recae en representar los mejores intereses de ese cliente. Por lo tanto, Joana no debe sugerir a un posible comprador qué precio estaría dispuesto a aceptar el vendedor. Este acto podría ser visto como un conflicto de intereses y violaría su responsabilidad fiduciaria.
La Responsabilidad Fiduciaria
La responsabilidad fiduciaria implica que Joana debe actuar de manera ética y leal hacia su cliente. Para un vendedor, esto significa promover la propiedad y negociar en su nombre para obtener el mejor precio posible. Para un comprador, esto significa buscar la mejor propiedad al mejor precio posible. En ambos casos, la integridad y la imparcialidad son esenciales.
Conclusión
El agente de bienes raíces, como Joana en este caso, debe ser extremadamente cauteloso al manejar las discusiones de precios. La responsabilidad fiduciaria hacia el cliente es un principio rector que no debe ser comprometido. Al actuar con integridad y evitar la sugerencia de precios, los agentes de bienes raíces pueden mantener la confianza de sus clientes y continuar representando de manera efectiva sus mejores intereses en el proceso de compra o venta de una propiedad. La lealtad y la ética son los pilares de una exitosa carrera en bienes raíces.